Probablemente hay pocos momentos más placenteros y entrañables que hacer fotografías de niños y bebés. Aquí van mis consejos para fotografiar niños. Su risa, su espontaneidad, su mirada y su evolución a lo largo del tiempo transmiten emociones que los padres desean guardar en lo más profundo de su memoria. Captar esos instantes fugaces con la cámara es todo un lujo.
Sin embargo, muchas veces los niños son reacios a posar frente a la cámara y los resultados obtenidos no son los esperados. En nuestro estudio fotográfico en Madrid estamos especializados en fotografía familiar, infantil y fotografía newborn. La experiencia nos ha enseñado cuáles son los mejores trucos para que una sesión de fotografía con niños sea gratificante y nos permita obtener excelentes imágenes.
Hoy queremos compartir con vosotros algunos consejos que esperamos que os resulten de utilidad para hacer vuestras propias fotos en vacaciones.
Con niños se suelen obtener muy buenos resultados al aire libre aprovechando la luz natural del entorno pero procurando estar a la sombra. También es posible hacer fotografías con luz natural en interiores si elegimos un buen lugar cerca de una ventana.
En general, conviene evitar el flash directo, especialmente cuando se trata de bebés, ya que les resulta muy molesto. En caso de necesitarlo, siempre es mejor olvidarse del que viene incorporado en la cámara y usar uno externo que se pueda proyectar hacia arriba.
Fotografiar a los niños desde un punto más elevado no es la mejor forma de conseguir buenas imágenes. Lo más adecuado es ponerse a su altura, sentado o, incluso, echado en el suelo. De esta manera puedes enfocarles con un ángulo mucho más adecuado para captar sus miradas o sus sonrisas.
Los peques son inquietos por naturaleza. Por este motivo, la paciencia es una de las claves para fotografiar a niños y bebés con éxito. Si no dispones de tiempo, es mejor posponer la sesión para otro momento. Los niños no se deben sentir obligados a posar sino que deben percibir la sesión como un juego, un momento divertido en el que, incluso, estén ajenos a la cámara.
La paciencia es tu mejor arma, como hemos dicho, pero debes estar preparado en todo momento para disparar. Nunca se sabe cuándo tu peque va a hacer ese gesto que tanto te apetece captar.
Un buen truco es utilizar el modo ráfaga de la cámara. Así podrás obtener muchas fotos de un instante y seleccionar las mejores. Y, con suerte, obtendrás una secuencia interesante.
Los niños y los bebés son imprevisibles. Si quieres hacer una sesión de fotos a tus hijos conviene que la planifiques buscando el momento y el entorno más adecuado.
Por ejemplo, para fotografías recién nacidos conviene hayan comido y estén descansados. Puedes fotografiarlos durmiendo o en diferentes actitudes, incluso mientras disfrutan del baño o toman su papilla. Los resultados son entrañables.
Con niños más mayorcitos también es aconsejable que estén descansados y relajados. Aun así, puede que tu hijo o hija no esté de buen humor en el momento que has elegido para hacerle fotos. Procura adaptarte a las circunstancias y no forzar la situación. Una buena opción es ponerte a jugar con sus juguetes preferidos para que se distraigan y se muestren más espontáneos.
Esperamos que con estos consejos a la vuelta del verano tengáis un hermoso recuerdo de vuestras vacaciones.