Algo que mi madre no hizo es documentar la vida de sus hijos. Eran otros tiempos, no era fácil. Cuando reviso fotografías de mi pasado, faltan piezas de rompecabezas. Historias que no están completamente capturadas y que nunca se pueden recuperar. Sé que pasé muchas horas en los brazos de mi madre. Sé que hemos pasado muchas horas leyendo historias, cepillando el cabello enredado y organizando fiestas de té, pero no puedo encontrar ninguna “prueba” tangible de esos momentos.
Mi madre era una ama de casa que pasaba sus días criando a mi hermano mayor y a mí. Por lo que recuerdo de nuestra infancia, rara vez veíamos televisión y, en cambio, nos animó a pasar nuestros días dibujando, pintando y jugando afuera. Mi madre nos ayudó con todos nuestros proyectos escolares y se sentó en primera fila en todos nuestros eventos deportivos. Ella estaba en todas partes en nuestras vidas, pero no esta muy presente en fotografías. Los años setenta en Polonia comunista no eran tiempos fáciles para documentar la vida.
Hubiera querido algunas buenas fotografías de solo nosotras dos, pero no hay muchas. Supongo que esto se debe a que ella quería ser fotografiada solo cuando estaba en su mejor momento, algo con lo que muchas madres luchan.
Quiero documentar la vida de mis hijos, lo que significa que yo, y la mayoría de las madres, a menudo soy la que está detrás de la cámara. Quiero capturar cada momento importante y cada detalle para no olvidar un capítulo en particular en nuestra historia. Tengo un miedo persistente: si no lo capturo, no lo recordaré. Confío en estas fotografías para ayudar a completar las piezas de mi pasado donde mis recuerdos se desvanecen. Entonces, siempre tendré mis fotos para transportarme en el tiempo. Las fotografías sirven como pequeñas piezas para un rompecabezas más grande: el rompecabezas de la historia de nuestra vida.
Soy fotógrafa especializada en niños y familia, con lo cual a menudo llevo mi cámara conmigo a donde quiera para asegurarme de no perder la captura de un recuerdo especial. Incluso los momentos mundanos son importantes para mí. Me enorgullezco de mi capacidad de capturar a fondo nuestras divertidas aventuras..
Ya no puedo capturarles profesionalmente, son adolescentes y les gusta tener control de su propia imagen. Pero, no me he omitido inadvertidamente del pasado de mis hijos, capture su juventud de mejor manera que supe. Esas fotografías no son profesionales, eran de mi otra vida corporativa, pero están. Y, para que conste, esas son fotos tomadas con mi iPhone de la foto impresa en papel – solo las fotografías impresas sobrevivirán el paso de tiempo.
Quiero que mis hijos sientan ese amor total que tengo por ellos. Por eso es tan importante documentar la vida. Quiero que puedan ver la evolución de mi viaje como su madre. Y lo más importante, quiero que vean todas las partes de este viaje, los días en que estoy cansada, así como aquellos días llenos de felicidad. Debido a que la maternidad está llena de altibajos, ambos incluyen una representación más precisa que mis hijos merecen ver.
La mayoría de las madres quieren los retratos profesionales, pero creo que es importante que las madres se fotografíen con sus hijos, independientemente de cómo se vean, o cómo se sientan ese día. Capturar tanto los momentos geniales como los no tan geniales no solo es necesario para una representación más verdadera de la historia de su vida, sino que también es una realidad. Y es una realidad que a menudo no se documenta en su forma más cruda.
He fotografiado los momentos tranquilos y los momentos no tan perfectos de nuestra vida diaria para documentar nuestra historia de vida de una manera más auténtica. Y quiero invitar a otras mamás a hacer lo mismo, sin importar la experiencia en fotografía que tengan.
Sé en mi corazón que estas fotografías de ellos conmigo son imágenes que apreciarán más que las fotografías de sí mismos. Los muchos retratos que he tomado a lo largo de los años, son principalmente para mí … así que siempre recordaré esos momentos especiales con mis hijos. Pero estas fotos de mis hijos conmigo … son para ellos. Así que siempre recordarán cuánto fueron y aún son muy queridos.